Dedicada a las artes plásticas durante muchos años, nunca abandonó el purismo de líneas aprendido de la iconografía egipcia.
En el año 1990 ingresó en la Asociación Española de Egiptología, encontrando en ella un cauce científico por donde canalizar su temprana afición por el mundo nilótico.
En 1995, dicha Institución publicó su primer libro titulado "La droga en el Antiguo Egipto”, fruto de una larga y concienzuda investigación sobre el uso de estupefacientes en ciertos ritos practicados en la civilización faraónica hace más de tres mil años.
Ampliando el anterior tema presentó una comunicación, con el título de "Plantas para la Eternidad", en el III CONGRESO MUNDIAL DE ESTUDIOS SOBRE MOMIAS, celebrado en el mes de mayo de 1998 en la Universidad de Tarapacá, en Arica, Chile. En el otoño del mismo año, y publicado en Madrid, vio la luz su segundo libro: "Hat-Shepsut. La primogénita del dios Amón".
Sin apartarse del campo de la Egiptología, también publicó varios artículos en revistas especializadas y de divulgación científica, tanto nacionales como extranjeras.